La fuerza y la independencia de Leo hacen que se lo conozca como «el dictador». Quienes nacieron entre el 23 de Julio y el 23 de agosto pertenecen a este grupo de “reyes”. Los juegos, el azar, la vanidad, son palabras que encajan a la perfección. No es coincidencia que se le asocie el color amarillo, mejor dicho, el color de la contradicción. El amarillo está relacionado por un lado con la prosperidad, el gozo y la confianza y por otro con los temores, la rivalidad y el narcisismo.
Quienes están bajo el signo de Leo poseen un fuerte sentimiento de superioridad, son extrovertidos y adoran ser el centro de atención en cualquier reunión. Cabe destacar que dicha preponderancia es de carácter totalmente natural, lo que les permite generar una buena impresión con sus pares.
En el deporte, los Leo, destacan por su actitud positiva y su perseverancia. Estas cualidades les permiten desarrollarse en disciplinas variadas y obtener resultados espectaculares. No obstante, deben mantener al margen su autoestima; si su ego crece demasiado, su personalidad puede volverse intolerante. Es tan magnífico y poderoso como el León, pero, al igual que la bestia salvaje es capaz de convertir su fuerza, en cuestión de instantes, en una peligrosa y violenta embestida a su presa. Además, si se sienten vulnerables se llenan de ira, generando situaciones de violencia.
“…esto sí, esto no…en tu lugar yo haría tal cosa” ¿Cuántas veces oímos de la boca de un Leo estas palabras? La causa está en que son líderes natos. Napoleón Bonaparte, por ejemplo, estaba represenado por el signo de Leo. Su actitud provocadora, su inteligencia y audacia le permitieron obtener cuantiosas conquistas. Aparte de estratega militar fue gobernador y en ambas disciplinas acentuaron su capacidad de coordinación y su modo de afrontar los obstáculos.
Las profesiones ideales para Leo son aquellas en las que pueden ser la “estrella”: actores, dirigentes políticos, cantantes o conductores de programas. Su individualismo lo hace un óptimo regente y le dificulta los trabajos en los que debe acatar órdenes de sus superiores.
Este año puede llegar a ser clave en Leo. Sus dotes están latentes y se encontrará en su máximo esplendor principalmente durante el mes de octubre. En abril habrá esperanzas para cumplir objetivos y ponerle punto final a los asuntos pendientes. El mes de agosto será propicio para realizar inversiones y manejar finanzas. Solamente deberá encargarse de regular sus estados ansiosos y sobretodo sus arranques de ira repentinos. Si bien es recomendable cuidar el orgullo, se le aconseja dejarlo de lado en algunas situaciones para conservar relaciones.